Considerado uno de los pedagogos más notables del siglo XX, los educadores informales admiran su énfasis en el diálogo y su preocupación por los oprimidos. Freire mostró que hay otras rutas en la relación entre profesores y alumnos.
Este pedagogo brasileño ha dejado una huella significativa en el pensamiento acerca de la práctica educativa progresiva. Su Pedagogía del oprimido es actualmente uno de los textos educativos más citados en países en vías de desarrollo.
Educador que aprovechó una serie de ejes de pensamiento para la práctica educativa y la liberación, Freire expuso importantes innovaciones teóricas que han tenido gran impacto en el desarrollo de la educación no formal y la educación popular en particular.
Aquí algunos aspectos relevantes de la obra de Paulo Freire que consideramos tienen un significado especial. En primer lugar, su énfasis en el diálogo ha llegado de manera muy profunda a los interesados en educación. Dado que la educación informal es dialógica.
Paulo Freire insistió en que el diálogo implica respeto, no se trata de que una persona actúe en otro, se trata de verse y tratarse con deferencia y trabajar de la mano. Lo que transforma la imagen del educador, que deja de ser un transmisor, que sólo deposita información en el educando. Esta actitud coloca al docente y al estudiante a un mismo nivel, que comparte el poder con los estudiantes, fomentando la participación del grupo.
Otra de las preocupaciones de Freire era la praxis didáctica, entendía que el diálogo no profundizaba totalmente en la comprensión del aprendizaje, pero el trabajo activo es también medular. Educadores informales y populares han tendido siempre a la acción para el desarrollo del aprendizaje como una manera de transformación.
Pero quizás la propuesta más llamativa y por la que se le consulta en los países en vías de desarrollo es que Freire trabajó con los que no tienen voz, con los sectores sociales menos favorecidos.
Educación para la libertad
La idea de la construcción de una “pedagogía del oprimido” o una “pedagogía de la esperanza” pugna por el desarrollo de la conciencia, cuya reflexión sirva para la transformación y así cambiar la realidad.
Paulo Freire insistió en situar la actividad educativa como experiencia de vida, en donde cada uno de sus participantes tenga siempre abierta una serie de posibilidades, que le acerquen a la educación, la que debe ser inclusiva y transformadora.
Sus postulados buscan que a través de una educación laica, pública, gratuita y de calidad para todos se consiga construir una sociedad democrática, respetuosa, en donde los diferentes grupos sociales e individuos participen en la superación de contradicciones, teniendo como principio la búsqueda de la justicia y de la igualdad.